Misoprostol,
¿Un medicamento abortivo seguro?
El Misoprostol también
conocido como Cytotec, es un fármaco
utilizado y fabricado para tratar y prevenir las úlceras gástricas o
duodenales. En otra versión de este mismo medicamento, el Misoprostol, tiene un uso
ginecológico, se usa también para la inducción del parto, en una presentación
de inserto vaginal, en mujeres que han completado el tiempo de gestación
(los nueve meses).
Un tercer uso para el cual se ha
empleado, es para la Interrupción temprana del embarazo. Siendo esta última
la más novedosa de sus aplicaciones. Aunque para este tipo de procedimientos,
el Misoprostol,
no actúa solo, de hecho Cytotec
genera contracciones, esto es un mero efecto secundario de este fármaco, por
ello está totalmente contraindicado para pacientes con úlceras gástricas o
duodenales que estén embarazadas y deseen continuar con su embarazo.
Tratándose de un efecto
secundario de Misoprostol, es por ello, que es de sumo cuidado administrarlo,
Misoprostol
es un medicamento muy potente y un error en la dosis podría generar
complicaciones, entre las más comunes, una hemorragia que podría incluso tener
un final fatal.
Al intentar usar Misoprostol
de manera casera y sin supervisión médica te estás arriesgando también a
generar malformaciones en el producto y que el embarazo continúe. Sabemos que
existe muchísima información en la red sobre cómo usar Misoprostol para
interrumpir un embarazo, sin embargo, estos casos solamente tratan de atrapar a
posibles clientes (porque venden Misoprostol en la red) garantizando
abortos seguros, la realidad es que antes de automedicarte consideres acudir
con un profesional que te de la dosis indicada, que te administre también, el
medicamento complementario (Mifepristona)
y que te ofrezca soporte y asesoría antes, durante y después de tu
procedimiento.
El Misoprostol se usa para
los procedimientos legales de Interrupción del Embarazo, ya que promueve
la inducción del parto a
través de contracciones uterinas así como la preparación del cuello uterino
para el trabajo de parto.
¡Espera mi siguiente Post!
Amelia García